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La motivación es la fuerza o un motor que nos impulsa a hacer algo que deseamos. Forma parte del estudio de la psicología del comportamiento humano, pero lejos de ser única, es de dos tipos, en función de la procedencia del estímulo. En este artículo, nos centraremos en la que viene de fuera, que es la motivación extrínseca. Aunque está presente en el aprendizaje, el bienestar personal o en el desempeño laboral, este último es uno de los campos principales de estudio. 

La motivación intrínseca es la gran palanca que permite que una persona sea más productiva y efectiva en aquello que hace. Explicamos qué es, sus principales características y ofrecemos varios ejemplos en psicología.

La psicología del aprendizaje es una rama de la psicología que se encarga de estudiar la forma en que adquirimos conocimientos y habilidades, y cómo repercuten en nuestra conducta. No obstante, además de incluir diferentes teorías, tiene una aplicación práctica en la actualidad. Sobre todo, en sectores como educación o salud.

La psicología que se aplica con adecuación, se basa en la evidencia empírica a la hora de incorporar nuevas técnicas que puedan contribuir en la mejora de la salud mental. Una de las más populares en los últimos años es el mindfulness o atención plena. Aunque se ha convertido en una tendencia, sus efectos son demostrables. Por eso, es parte de los enfoques que apuestan por una integración de cuerpo, mente y entorno. 

El growth hacking se ha convertido en una estrategia clave para las startups que buscan crecer rápidamente con recursos limitados. Aplicando técnicas innovadoras, muchas empresas han logrado aumentar su base de usuarios, mejorar sus conversiones y posicionarse en el mercado sin grandes inversiones en publicidad. Comprender este enfoque es esencial para cualquier emprendedor que desee escalar su negocio de manera eficiente.

En un mercado cada vez más competitivo, las empresas necesitan herramientas que les permitan evaluar su desempeño y mejorar continuamente. Una de las estrategias más efectivas para lograrlo es el benchmarking, un proceso de análisis comparativo que ayuda a identificar fortalezas, debilidades y oportunidades de optimización dentro de una organización.