En un Bachelor en Ciencias Ambientales esta cuestión es capital por las implicaciones que tiene.
Las tecnologías sustentables o sostenibles son aquellas que buscan no comprometer recursos naturales en el futuro. Para que sea una tecnología sostenible, esta ha de reducir el uso de recursos naturales en todas las etapas, desde la creación a la puesta en marcha y, finalmente, en la utilización o reciclaje. Los ejemplos de tecnologías sustentables que existen son numerosos: en primer lugar, hay que hacer referencia a los sistemas cloud, por el ahorro de papel y de recursos; el segundo ejemplo es el de la Inteligencia Artificial (IA), por reducir pasos; además, hay que hacer referencia al Business Intelligence, como tecnología que ayuda a mejorar; también la realidad virtual cumple con un papel importante y las redes 5G son un ejemplo de tecnología sostenible.
En lo material, hacemos referencia a las instalaciones fotovoltaicas o eólicas; por otra parte, también las calderas de biomasa; en los últimos años, se han extendido los motores de hidrógeno como alternativa; además, los coches eléctricos se han convertido en una opción común.
Las características de la tecnología sostenible marcan la diferencia con respecto a las demás. Damos estos datos:
La eficiencia energética es la primera premisa de la tecnología sostenible. El objetivo es utilizar la energía que se necesita, la mínima posible, y minimizando el desperdicio en el uso. Esta idea de sostenibilidad es central.
El uso responsable de recursos es otra de las condiciones de las tecnologías sostenibles. Apostar por las políticas de Responsabilidad Social Corporativa (R.S.C.) es clave.
La reducción de la contaminación es otro de los compromisos de la tecnología e innovación. Introducir nuevas tecnologías limpias y que eviten el despilfarro ayudará a reducir las emisiones contaminantes, directa e indirectamente.
El ciclo de vida y economía circular tiene en cuenta el entorno, proveedores y el impacto. Se apuesta por ciclos cortos y de proximidad, minimizando los residuos y evitando que aumente la huella de carbono.
Hay numerosos ejemplos de tecnologías sostenibles que se están implementando actualmente:
El uso de energías limpias y renovables es fundamental porque marca la diferencia. La idea es luchar contra la descarbonización y, para ello, se incorporan parques eólicos, solares e hidroeléctricos. Pero también, en la biotecnología o en la gestión del agua se mejora la sostenibilidad.
La movilidad eléctrica es un ejemplo de tecnología sostenible. Los vehículos eléctricos serán los únicos en 2050 y reducen sustancialmente las emisiones contaminantes. Es cierto que hay un camino de mejora en la autonomía, pero este modelo se abre camino, sobre todo con la movilidad eléctrica inteligente.
Las smart grids y la gestión de energía son dos ejemplos más de sostenibilidad. Una red inteligente optimiza el uso de la energía, automatizando procesos y funcionando de forma bidireccional. Y una gestión de la energía responsable y monitorizada también ayuda.
La agricultura sostenible, eliminando pesticidas y rebajando la emisión de gases contaminantes, tanto en cultivos como en la ganadería, es otro objetivo. No en vano, las explotaciones de agricultura y ganadería ecológica van por esa línea, pero también las mejoras en la alimentación y productividad.
Las tecnologías pueden ayudar al reciclaje y a una gestión correcta de los residuos de varias maneras. Por ejemplo, si se diseñan nuevos artículos de componentes que se puedan reciclar. Esto, a la larga, servirá para conseguir un uso óptimo de los recursos. Es evidente que, en el caso de reutilizar materiales, se necesitarán menos.
La Inteligencia Artificial hace que se puedan resolver numerosas dudas desde un ordenador, así como trabajar con un gran caudal de datos sin desplazarse. Esto reduce desplazamientos, huella de carbono e impacto ecológico. Y todas aquellas actividades que sustituyan desplazamientos o gastos adicionales de energía contribuirán a una digitalización verde.
Los beneficios de latecnología sostenible son diversos, y lo son para el conjunto de la sociedad. No en vano, su implementación aporta varias mejoras de interés. Vamos a hacer referencia a los más importantes gracias a sus avances:
La premisa básica de hacer más con menos se consigue gracias a las tecnologías verdessostenibles. La idea es conseguir los mismos resultados o mejores utilizando menos energía. Esto, en contextos de necesidad o de cambio climático, es un valor muy importante.
La reducción de la pobreza
es otra de las consecuencias de implementar esta tecnología. Al quedar más recursos naturales disponibles, es más sencillo hacer un reparto justo y equitativo. Si el acceso a estas tecnologías es democrático, se reducirá la pobreza y aumentarán las oportunidades.
Asimismo, la reducción de las desigualdades es otra de las vertientes que se pueden conseguir con un buen uso de estas tecnologías. En este caso, lo que se impone es que haya un acceso igualitario a las mismas o, como mínimo, democratizado. Por ejemplo, un acceso generalizado al 5G puede servir para reducir las desigualdades.
Las tecnologías sostenibles ocupan un nicho de mercado importante y requieren de trabajadores especializados. Por lo tanto, también crean nuevos puestos de trabajo. En los últimos años, se ha multiplicado la demanda de profesionales en relación con carreras tecnológicas.
El uso de tecnologías sostenibles favorece la economía circular
porque, aunque el uso de las tecnologías pueda ser global, favorecen la economía circular. Es más sencillo trabajar sin necesitar insumos lejanos y, además, se puede trabajar en red desde un mismo punto. Puede ser un buen aliado para este nuevo paradigma de crecimiento económico.
La tecnología e innovación sostenible tiene, también, unos retos y desventajas que no podemos obviar. Estos son los principales:
por el momento, la tecnología sostenible no resulta accesible a todas las personas y colectivos. Y esto puede aumentar las brechas y desigualdades.
introducir tecnología sostenible es más costosa en un primer momento. Y esto exige una inversión importante, al principio, pese a que tiene retorno.
los poderes públicos deben apostar por la democratización del acceso a las tecnologías sostenibles. Las bonificaciones, exenciones fiscales o la distribución gratuita en algunos casos pueden ayudar.
el uso de las tecnologías sostenibles implica, también, una concienciación de las personas. Entender las ventajas que aporta en el uso cotidiano, aunque haya dificultades en el aprendizaje.
La tecnología es el subconjunto del conocimiento que incluye la gama completa de dispositivos, métodos y procesos. Por su parte, la innovación es el proceso mediante el cual la tecnología se concibe, desarrolla, codifica e implementa.
El futuro de la tecnología sostenible pasa por estar al servicio de la mayoría de la población. Hay un know-how que, en un primer momento, tiene un aprovechamiento empresarial o militar, pero que se tiene que socializar a medio y largo plazo. Esto ayudará, por ejemplo, al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, reflejados en la Agenda 2030.
La tecnología sostenible ha llegado para quedarse, de ahí que sea sumamente importante conocerla y ver qué puede hacer por nosotros. Por ello, no está de más contar con unas nociones de lo que significa. Hoy el binomio entre tecnología y sostenibilidad es imprescindible y en el futuro lo seguirá siendo.