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La psicología de la actividad física y del deporte es una ciencia que se estudia dentro del campo de la psicología y que aborda aquellos procesos cognitivos, emocionales y de conducta de las personas en el ámbito del deporte. Se puede decir que se trata de un campo relativamente nuevo, cuya existencia tiene menos de 30 años, pero, desde sus inicios ha crecido rápidamente.
Son muchísimos los beneficios del deporte en lo que respecta a la salud y el bienestar, tanto físico como psicológico, incluso en la salud cognitiva. No obstante, es más difícil saber de qué manera las variaciones afectan a cómo se desempeñan los atletas durante el momento de competir. Además, en la actividad física influyen muchos factores ambientales y fisiológicos.
La psicología se enfoque en todos los procesos cognitivos, emocionales y conductuales relacionados con el deporte, sí, pero lo hace desde un enfoque con una triple vertiente: preventiva, aplicada y de optimización. En definitiva, se busca mejorar la salud del deportista, en su sentido más amplio.
Las diferencias de la psicología deportiva con otras ramas se centran en el objeto de estudio, pero también con el hecho de que, en principio, no hay ninguna disfunción que tratar (ahí entraría la psicología clínica). Asimismo, no hablamos de comportamientos globales, que serían campo de la psicología social o de la desviación, como la psicología criminal.
Cuando se habla de los objetivos de la psicología del deporte, hay que señalar dos principales y funciones, que son los que se mencionan a continuación:
La mejora del rendimiento es, en principio, uno de los principales objetivos de esta disciplina. No en vano, se utiliza para muchos deportistas de élite con el objetivo de superar sus bloqueos mentales y, con ello, alcanzar nuevas metas.
En este sentido, existen planes específicos o consultas para mejorar el rendimiento. Puede ser por un problema puntual o, más bien, un seguimiento continuo para valorar la situación.
La importancia de llegar a comprender de qué forma los factores psicológicos influyen en el rendimiento físico es evidente en una gran variedad de entornos diferentes. Por ejemplo, es más probable que los atletas de élite rindan mejor cuando las técnicas de diálogo interno positivo, un mejor manejo del estrés en el deporte que utilizan sobre sí mismos están alineadas con los objetivos que se plantean.
Igualmente, y más allá del rendimiento, la psicología del deporte contribuye a una gestión correcta de las expectativas. Así, es menos probable el burnout y se conseguirá el balance perfecto entre progreso y salud mental.
El deporte es una parte importante de nuestras vidas porque enseñan los valores del trabajo en equipo, la resistencia, la disciplina y la resiliencia. Los beneficios que puede ofrecer el deporte van mucho más allá del simple entrenamiento físico. No es solo el desarrollo físico el que se ve afectado por la participación deportiva, sino también el desarrollo psicológico.
Hacer deporte proporciona muchos beneficios para el desarrollo psicológico. Pueden ofrecer un sentido de logro y pertenencia, al mismo tiempo que desarrollan la autoestima, las habilidades sociales y la salud física.
Existen distintas técnicas de psicología deportiva que se utilizan habitualmente. Para proponerlas y ejecutarlas, se pueden impartir sesiones de coaching individualizadas, diarios de entrenamiento mental o test especializados. Son las siguientes:
La visualización imagina una situación ideal en la que se logra un objetivo. Por otra parte, el control mental ayuda a dirigir correctamente una situación para lograr los objetivos deseados.
El manejo del estrés es imprescindible para evitar que llegue a niveles que no puedas manejar. Para ello, existen técnicas como la reestructuración cognitiva, el afrontamiento o el mindfulness.
Hablarse a uno mismo
, para moverse hacia objetivos positivos, es otra de las técnicas positivas para lograr lo que uno se propone. Eso sí, esos mensajes direccionados tienen que ir en la buena dirección, así que la psicología positiva ayuda.
Los objetivos SMART (específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales) se utilizan en el ámbito empresarial, pero también tienen una aplicación deportiva. En el deporte, este punto es imprescindible porque los objetivos a lograr tienen que ser cuantificables.
Las aplicaciones prácticas en el deporte son de varios tipos y para colectivos diversos. Son estas:
Los deportistas individuales son objeto de la psicología del deporte. Y sirve indistintamente para deportistas de equipo o para disciplinas en solitario (tenis). Aquí se analiza cuál es la situación y se hacen planes individualizados.
Los equipos y entrenadores suelen contar con un psicólogo. En primer lugar, porque los equipos pueden estar en una dinámica más o menos positiva, y aquí hay un seguimiento habitual. Los entrenadores también pueden tener un seguimiento específico, porque son profesionales sometidos a un alto estrés y exigencia.
Los padres de jóvenes atletas también pueden recibir los servicios de un psicólogo deportivo. En primer lugar, para realizar unas expectativas realistas de la situación. Por otra parte, para ayudar a sus hijos en su proceso de inserción deportiva.
Los beneficios que aporta la psicología del deporte son diversos. Estos son los más importantes:
Lo primero, la labor de los psicólogos deportivos contribuye a que los deportistas, directivos y familiares tengan una mayor confianza y autoestima en sí mismos. Por lo tanto, proporciona una ayuda decisiva.
La psicología del deporte ayuda a que los deportistas disfruten de lo que hacen y que se comprometan con los objetivos. No en vano, en esta disciplina es especialmente importante cumplir con los objetivos SMART.
La cohesión de equipo es un beneficio claro si hay un psicólogo para la formación. Se dan pautas colectivas, objetivos compartidos y eso es muy positivo.
Los seres humanos pueden llegar a sufrir burnout si no ven salida o progreso. Precisamente, la psicología deportiva contribuirá a no llegar a ese punto.
Para dedicarse a la psicología del deporte es necesaria una formación específica, pero esta disciplina tiene múltiples salidas laborales.
Un psicólogo deportivo debe tener un Bachelor o Grado en Psicología. A veces, necesitará una especialización complementaria, según la orientación laboral que le dé.
Las salidas laborales son varias. En primer lugar, el asesoramiento especializado a deportistas individuales. Otra posibilidad es hacer el seguimiento a un equipo o institución. También se puede hacer de psicólogo en Centros de Alto Rendimiento, pues todos tienen a este profesional. Las colaboraciones en medios de comunicación son otra opción. Y, finalmente, existen las opciones de la docencia y la investigación.
La psicología del deporte puede ayudar mucho al rendimiento y a la salud mental de deportistas y allegados. En Universitat Carlemany contarás con la formación necesaria para plantearte nuevas metas.