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Diferencias entre coaching y terapia | Universitat Carlemany

9 de febrero de 2024Universitat CarlemanySalud y Bienestar
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Existe una cierta tendencia a confundir terapia psicológica y coaching emocional. En este sentido, estudiar un Bachelor en Psicología es idóneo para ambas disciplinas, pero tienen algunas diferencias. Te animamos a conocerlas. 

¿Qué es el coaching?

Existen diversas definiciones sobre el coaching, aunque la más correcta es que se trata de un proceso de acompañamiento reflexivo que sirve para que una persona desarrolle todo su potencial. Este proceso, que puede tomar forma de sesiones periódicas, puede ser general o centrado en una determinada área personal.

Hay que señalar que, en ocasiones, los objetivos del coaching y de las terapias psicológicas suelen coincidir, y por eso hay confusión. 

Similitudes entre coaching y terapia psicológica

Lo primero que hay que remarcar es que, en ocasiones, el objetivo del coach o de un terapeuta es el mismo. Básicamente, reforzar un área de la persona, que puede ser desde el trabajo a la autoestima o las relaciones personales.

Es por eso, por ejemplo, que una persona que haya cursado psicología podría, por lo general, realizar sesiones de coaching. Es decir, un psicólogo clínico, en principio, puede añadir esta disciplina a su cartera de servicios.

Sin embargo, las personas que imparten sesiones de coaching emocional no tienen por qué contar con una formación en psicología. 

Las principales diferencias entre terapia psicológica y coaching emocional

Explicamos con más detalle las principales diferencias entre terapia psicológica y coaching emocional, para que puedas determinar las distintas posibilidades:

Objeto de la transformación

Las sesiones de psicoterapia o de coaching están enfocadas a generar un cambio. Ahora bien, dicha transformación es de distintas vertientes, según el caso.

Por ejemplo, el cambio que se busca en la psicoterapia es generalmente interno. La razón es que se parte de la existencia de un problema previo que hay que sanar para realizar las modificaciones. Lo que se considera es que esta problemática es como una capa de cebolla acumulativa, que genera trabas a la larga y que hay que limpiar previamente. En consecuencia, lo que se espera es que desde dentro se realice una transformación que repercuta afuera.

No obstante, el coaching busca un cambio fundamentalmente externo y conmensurable. Lo que se pretende es que la gestión de las emociones sea útil en el día a día de la persona para afrontar una situación concreta. Por lo tanto, se buscan variaciones externas y concretas en las actitudes.

Por lo general, una terapia durará más que un plan de coaching, aunque los resultados pueden ser más duraderos. 

Tipo de persona tratada

Esta es una de las cuestiones clave, y que más consecuencias generan. Y la razón es que, según la problemática, el enfoque que hay que dar es totalmente distinto. Por lo tanto, es muy conveniente tenerlo en cuenta a la hora de elegir el formato.

La psicoterapia se basa en la experiencia previa de una psicopatología. Esto es, un trastorno o un tipo de disfunción que es necesario tratar, y que genera inconvenientes en las relaciones o en la vida de las personas. Por otra parte, hay ocasiones en las que la psicoterapia se tendrá que complementar con terapia farmacológica. Esto hace que el diagnóstico previo sea fundamental para tomar las debidas decisiones. No ha de extrañar, pues, que el psicólogo sea un profesional cualificado, especializado, reglado y colegiado.

El coaching emocional se aplica en personas que, por lo general, no tienen disfunciones de tipo psicológico. Y es que se trata, más en concreto, de gestionar mejor las emociones para la consecución de un objetivo concreto. Para ello, se suelen proporcionar herramientas con las que trabajar y realizar los cambios necesarios. Vale la pena, pues, saberlo para entender que el enfoque previo es muy diferente.

Confidencialidad

La confidencialidad es un elemento que has de tener presente. Si bien como principio general esta es una condición, convendrá que valores una serie de aspectos. Porque, en ocasiones, no existe esta condición.

Por ejemplo, en la psicoterapia la confidencialidad es obligatoria por una cuestión de deontología profesional. La confidencialidad tiene que ver con el hecho de que se trata de información sensible para la persona. Por lo tanto, es conveniente saberlo para saber cuáles son tus derechos. Y solo en el caso de que se perjudique a terceros gravemente, o que haya un peligro inminente de ello, se podría romper el sigilo profesional.

En el caso del coaching, es posible que la confidencialidad no sea obligatoria. Esto se da cuando se trabaja con empresas, y el coaching se dirige a los empleados. Hay que señalar que esta circunstancia varía según los países y que, en los últimos años, la tendencia es a generalizar la confidencialidad.

De todas formas, como buena práctica general, la persona debería exigir la confidencialidad en caso de dudas, incluso por escrito. 

Horizonte temporal de trabajo

El horizonte temporal de trabajo es, también, una cuestión que puede ser determinante. Y aquí hay una diferencia importante.

La psicoterapia no tiene un horizonte temporal fijo cuando se inicia un proceso. Y el motivo está en que la psicopatología puede ser muy compleja; por lo tanto, lo que se impone es descifrar los distintos problemas para darles solución. En consecuencia, cuando se inicia el proceso no suele haber certeza de cuándo finaliza. No se pueden prever los horizontes, de manera que vale la pena saberlo.

El coaching, en cambio, sí que suele estar sujeto a la consecución de objetivos temporales. Si se trata de emociones puede ser un tanto distinto, pero por lo general sí que hay un fin a cumplir a medio y largo plazo, y se contabiliza en tiempo. Además, hay que señalar que, en algunos momentos, se puede realizar un trabajo para un objetivo concreto.

Si bien el coaching es más rápido en resultados, puede ser más superficial a largo plazo. De ahí que convenga valorar qué conviene más. 

Psicoterapia o coaching emocional, ¿qué es lo que me conviene?

La diferencia entre psicoterapia o coaching emocional es clave para que puedas tomar decisiones. Conviene, pues, valorar las distintas posibilidades para que sea más fácil:

¿Tienes un problema que te está impidiendo relacionarte o tomar decisiones en tu vida de forma normal? En este caso, probablemente lo mejor será que sigas una psicoterapia. No en vano, muchas veces hay gatillos en el tiempo que impiden que demos un paso hacia delante. Además, tendrás un diagnóstico que te facilitará la comprensión de lo que sucede, lo que siempre es útil para saber qué decisiones tomar.

Tienes una vida personal y profesional buena pero lo que quieres es mejorar tu gestión emocional. En ese caso, el coaching será la mejor opción, y esto servirá tanto para tu vida personal como profesional. Recuerda que este formato es fundamentalmente práctico. Por lo tanto, te interesará para aplicar las mejoras en el día a día.

Conclusión

Las diferencias entre psicoterapia y coaching emocional son de calado. Por lo tanto, no está de más que las conozcas para ver cuáles son las distintas posibilidades. Al final, el potencial de cada opción es interesante, siempre que las sepas utilizar correctamente.