Es por este motivo que en nuestros Bachelors promovemos esta forma de trabajar, y facilitamos las herramientas y conocimientos necesarios a nuestro alumnado desde el primer día poniendo foco en el desarrollo de soft skills.
La importancia de este tipo de metodología radica en que está demostrado que se obtienen mejores resultados si un proyecto es desarrollado por diversas personas con competencias variadas y complementarias.
Todas ellas aplican sus capacidades y conocimientos para alcanzar un objetivo común, que de otro modo sería más complejo lograr. Esto permite alcanzar resultados que no serían posibles en un trabajo individual, o que requerirían de un esfuerzo mucho mayor y un tiempo más prolongado.
Además, a nivel personal, ser parte de ello permite aumentar y mejorar:
El sentimiento de pertenencia: ya que cada componente del equipo siente que es parte de un grupo. De otro modo, es más complejo sentirse así.
Las relaciones interpersonales: ya sea un trabajo realizado en distinto momento y lugar, siempre será necesaria la comunicación para ser llevado a cabo.
La autoestima: lo ya mencionado y el hecho de obtener feedback del trabajo realizado, y a la vez comprobar que nuestra labor es imprescindible para permitir llegar a las soluciones, aumenta la autoestima.
Habilidades de comunicación: ya sea un trabajo realizado en distinto momento y lugar, siempre será necesaria la comunicación para ser llevado a cabo.
Integración en las empresas: cada persona trabajadora, gracias a este tipo de sistema de trabajo, puede sentirse más integrada en el entorno empresarial.
La inclusión: trabajar en equipo de manera adecuada facilita los procesos de inclusión laboral en caso de personas que pertenezcan a algún colectivo en situación de vulnerabilidad.
Es evidente que el entorno laboral, gracias a todo lo anterior, se convierte en un espacio más humano.
Podemos decir que el trabajo en equipo ayuda a superar retos basado en la complementación de los esfuerzos de personas distintas. Está presente en las sociedades modernas, donde es preciso enfrentar problemas complejos que superan la capacidad de una sola persona. Por este motivo, resulta clave efectuar la suma de capacidades, conocimientos y esfuerzos de diversas personas.
Eso sí, el trabajo en equipo solo funciona cuando está debidamente coordinado y estructurado. A través del compañerismo, el apoyo mutuo, el intercambio de conocimiento y el alcance de metas se puede ir construyendo. Es un modo de desarrollo laboral que permite a los equipos de trabajo avanzar a pasos agigantados en la resolución de problemas.
Como es evidente, en cualquier grupo de trabajo se impone un conjunto de normas previamente acordadas y aceptadas por cada uno de los integrantes. La finalidad de ello es el respeto mutuo, el trabajo compenetrado y la actuación conjunta y coordinada, basada en valores anteriormente enunciados.
Para las organizaciones, es necesario asegurar que cada profesional implicado en este sistema de trabajo cumple con las competencias básicas necesarias. Estas permiten garantizar una dinámica óptima que permita la productividad del grupo.
Estas características se han agrupado en cinco que son las conocidas como las 5 C del trabajo en equipo.
Te las mostramos a continuación junto a una breve descripción de las mismas:
Para asegurar esta C, la organización debe contar y ofrecer las herramientas y el equipamiento necesario. En función del tipo de trabajo que se implemente, habrá que tener en cuenta las diferentes situaciones:
Que se trabaje en el mismo lugar y momento. Esto permite disfrutar de espacios de reunión y ocio comunes. La comunicación es más eficaz que en otros casos.
Mismo espacio y distinto tiempo. Se necesita un sistema de comunicación para poner en común las cuestiones relevantes.
Distinto espacio y al mismo tiempo. En estos casos las tecnologías de comunicación (videollamada o chat) son una gran solución.
Distinto espacio y distinto tiempo. Aquí hablamos de una comunicación asíncrona. Pueden ser buena opción los foros y otras soluciones similares.
Una vez que la comunicación está asentada, el siguiente aspecto a trabajar es la coordinación, que garantice la buena comunicación y demás procesos.
Lo habitual es nombrar a una persona que lidere cada equipo. Entre sus funciones estará la de organizar los trabajos asignados, plazos y facilitar la comunicación.
En este punto se hace hincapié en la necesidad de que las personas del equipo posean conocimientos y habilidades que se complementen.
De este modo se previenen problemas como:
Que haya más de un/a experto/a en un campo concreto. Es preferible que cada integrante del grupo pueda aportar en diversos ámbitos.
Que se solapen funciones. Este solapamiento puede provocar malestar y además supone una pérdida de tiempo considerable.
En este nivel abordamos lo emocional al referirnos a la creación de vínculos entre las personas que forman parte del equipo.
Esta confianza grupal hace que el grupo se refuerce. Puede hablarse de la confianza de una persona hacia otra, o la confianza de cada una sobre las posibilidades del conjunto de alcanzar sus metas.
Y, para terminar, nos adentramos en el plano motivacional. Es crucial que en los equipos exista una motivación intrínseca que vaya más allá de la obligación o búsqueda de recompensa.
Las características anteriores son todas necesarias y relevantes. Se quiere prevenir el abandono en cualquier caso, y la implicación siempre. Hay que mantener al equipo unido de inicio a fin para no desestabilizarlo y avanzar de manera constante.
Si se logran estas 5C, el éxito está garantizado.
Revisando lo anterior se pueden deducir diversos aspectos que suponen ventajas respecto al trabajo individual tradicional.
Vamos a revisarlas y añadir otras:
Genera sentimiento de pertenencia.
Cada persona es invitada a involucrarse en la toma de decisiones.
Se construye un lazo de confianza entre sus miembros.
Favorece los sentimientos de responsabilidad y compromiso.
Fomenta la diversidad y facilita la inclusión.
Refuerza la empatía y construye un compañerismo más fuerte.
Estimula la creatividad y la innovación entre los miembros.
Una vez que decidimos crear un equipo de trabajo, debemos tener en cuenta las 5C y establecer un proceso claro para la selección de integrantes.
Después se selecciona una persona de ellas que será quien lidere y coordine, además de reportar a sus superiores. En caso de no tenerlos, el equipo puede establecer los objetivos de trabajo y las tareas.
Esto puede aplicarse en el ámbito laboral, aunque también es válido para trabajar en equipo a la hora de realizar trabajos prácticos en los estudios con compañeros/as.
Te animamos a promover este sistema de trabajo, a participar siempre que puedas y a que aproveches para aprender de quienes trabajan contigo. Recuerda que puedes empezar a ponerlo en práctica si te inscribes en cualquiera de nuestros Bachelors, siendo capaz de desarrollar determinadas ventajas competitivas y habilidades necesarias en el mercado laboral como: .
El sentido de pertenencia a un grupo
La involucración en la toma de decisiones
La confianza entre los miembros del equipo
La estimulación de la innovación, de la creatividad y el pensamiento crítico y resolutivo.