¿Qué es el salario emocional? ¿Cómo puede ayudarnos como empresa?
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¿Qué es el salario emocional?
¿Por qué trabajas? Muchos dirán: "por dinero". Sin embargo, por más ceros que tenga tu nómina, hay elementos que suman o restan a tu satisfacción laboral y que forman parte de tu "salario emocional".
Todas las retribuciones no económicas que obtienes por realizar tu trabajo son una parte importante de ese concepto, que comenzó a estudiarse hace unos 10 años —en países hispanohablantes antes que en los anglosajones—aunque apenas ahora está empezando a tenerse en cuenta.
El salario emocional se podría definir como una serie de ventajas que no son de naturaleza económica, y las cuales se ponen a disposición del personal de una empresa para que se encuentre más cómodo prestando en ella sus servicios.
Por consiguiente, la primera condición de esta clase de salario es que no implique una remuneración. Por lo tanto, siempre se va a distinguir de un aumento de sueldo o del pago de bonificaciones por trabajos realizados.
En ningún caso este salario puede operar como una sustitución del convencional. La retribución económica es un derecho laboral y el salario que nos ocupa en este texto tiene un valor de complemento.
Si se interpretara como una artimaña para no abonar el sueldo estipulado o descontar pagos, perdería su sentido original. De hecho, supondría una perversión del efecto que se pretende.
Este salario, básicamente, se tiene que disfrutar por medio de diversas facilidades. Y, aunque todas estas ventajas, en última instancia, puedan tener una extrapolación económica, no nos referimos a transacciones monetarias.
¿Qué beneficios tiene el salario emocional?
El principal objetivo que se busca mediante su establecimiento es que la plantilla se encuentre feliz en su puesto de trabajo. De esta satisfacción con su posición laboral, la empresa trata de lograr un consecuente incremento del rendimiento. El círculo virtuoso que persigue este incentivo se basa en que un aumento de la motivación de la plantilla mejore la productividad.
Este sistema se fundamenta en que los directivos y las directivas se muestren empáticos con los cuadros inferiores. Si bien las firmas compiten en los sueldos que ofrecen a sus empleados y empleadas, los incentivos colectivos pueden marcar la diferencia.
Las condiciones, más allá del salario económico, que las empresas pueden presentar a su personal o sus candidatos o candidatas a serlo, pueden convertirse en un valor añadido. Representan un salto de calidad que estriba en resignificar su caduco rol de subordinados para ir aproximándolo al de socios.
Y no nos referimos a que vayan a ser dueños de la empresa al mismo nivel que la dirigencia, sino a que esta muestre la citada empatía y permeabilidad con sus demandas tradicionales. Por otro lado, la gerencia de la empresa también debe hacer los cálculos pertinentes para que las medidas a implementar tengan el retorno de inversión deseado. No se trata de despilfarrar.
Pagar a la gente con incentivos inmateriales tiene resultados, por otra parte, tangibles. El primero es que una plantilla motivada y satisfecha es, como señala Gallup, menos proclive al absentismo. Es una ventaja que se traduce en productividad y dinero.
Asimismo, valorar a los empleados implica retener (e incluso atraer) el talento. No conviene perder la inversión realizada en la formación de los cuadros. Este personal adquirirá un sentimiento de pertenencia a la empresa, lo cual resulta muy útil a efectos prácticos.
El salario emocional reúne todos los elementos que "van a influenciar tus decisiones en el trabajo, cómo te relacionas y todos tus comportamientos".
"No es algo fijo, puede cambiar a lo largo del tiempo, y tú eres un agente muy importante para gestionar activamente tu salario emocional y reclamar lo que te falta, pero los líderes al frente de las empresas también tienen una importancia brutal", explica Elizundia.
Algunas empresas lo usan a su favor para atraer talento o conseguir la lealtad de sus empleados. Y es que no hay nada más improductivo que un empleado infeliz.
Por último, se hace patente una mejora de la imagen de marca. El branding de una firma que protege y premia a sus empleados se ve beneficiado por la buena prensa que tienen las condiciones laborales óptimas. En resumidas cuentas, una firma que ayuda a su plantilla es una organización en la que puede merecer la pena trabajar y con la que puede interesar hacer operaciones.
4 tipos de salario emocional
Con ejemplos es como mejor se comprende qué puedes identificar con este concepto. De hecho, estos salarios no son iguales entre sí. Están formados por componentes que difieren en función de la naturaleza de los puestos laborales.
Además, no has de concebirlo solo como unas medidas benefactoras por parte de la dirigencia. Los salarios emocionales exitosos deben surgir de un necesario diálogo entre las partes. Efectivamente, pueden ser creados de arriba a abajo, pero su efectividad será mayor si tienen en cuenta las preferencias de la fuerza de trabajo.
Te contamos algunos de los supuestos que, según el Barómetro de Salario Emocional, pueden formar parte de esta planificación. Toma nota.
- La opción del teletrabajo
La alternativa del trabajo a distancia, siempre voluntaria y reversible, supone una demostración de confianza en el personal. Además, se revela como una relevante contribución a la conciliación entre la vida laboral y familiar.
- Una apuesta por el ocio
El team building es muy apreciado en numerosas organizaciones modernas. Una manera de incentivarlo pasa por fomentar las actividades conjuntas de ocio, culturales, deportivas, etc. Se pueden coordinar dentro de las paredes de la empresa (creando instalaciones deportivas y recreativas, por ejemplo) o extramuros (mediante la implicación en paquetes de actividades para la plantilla).
- Infraestructuras para facilitar el día a día
Los servicios de guardería, transporte o comedor habilitados por la firma ahorran tiempo y dinero al personal. Van a ser vistos como unas ayudas que hacen más llevaderas sus rutinas laborales.
- Democracia en la empresa
Hacer partícipes de ciertas decisiones a las personas trabajadoras las integra en la estructura empresarial. Puede incrementar el sentimiento de pertenencia y la corresponsabilidad. Es posible, además, canalizar esta vocación democrática a través de medios de comunicación propios de la organización.
Ejemplos de salario emocional
Finalmente, vale la pena que nos detengamos en algunos casos paradigmáticos de empresas que han puesto en práctica esta modalidad especial de salario. Pon atención.
Comenzamos con unos pioneros, los responsables de Google. En su sede de Silicon Valley desplegaron un gran servicio de comida y bebida, aparte de diversos juegos para su elenco de ingeniería.
Otro modelo destacado fue el de las guarderías de Mercadona para su plantilla. Y esto no solo es cosa de gigantes de las telecomunicaciones o la distribución. El Primafrío de Alhama de Murcia cuenta con gimnasio y jardín de infancia.
En definitiva, el salario emocional no tiene un carácter unidireccional. Obedece a una asunción natural, por parte de la directiva, de las necesidades y los valores de su personal.
Hay que tener en cuenta algunos factores que proporciona al salario emocional, tal como: Autonomía y libertad en poder gestionar proyectos, Pertenencia a un grupo que te valora y reconoce, Creatividad para poder aportar ideas y valor a la compañía. Disfrute en el entorno laboral donde se invierte tantas horas e Inspiración ligada al crecimiento personal.
En nuestros Programas puedes encontrar más información relacionada, como llevar a cabo una gestión eficiente y sostenible de los recursos humanos de una empresa poniendo siempre el foco en el respeto y el correcto desempeño de los objetivos de Desarrollo Sostenible.