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A qué se dedica la epidemiología nutricional y por qué es vital en un mundo globalizado

22 de octubre de 2021Universitat CarlemanySalud y Bienestar
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La epidemiología nutricional es una disciplina clave para conocer los hábitos nutricionales de una población. Por lo tanto, este conocimiento en el área de la Nutrición resulta muy útil.

La epidemiología nutricional: definición y su importancia en un mundo globalizado

Es posible definir la epidemiología nutricional como el estudio de la relación entre la dieta y la salud de un determinado grupo de población. Esto implica que se puede hacer un análisis de una pequeña colectividad, de un municipio, región, país o mundial, si se desea. Ahora bien, la condición es que los datos que se obtengan sean fiables.

Es indudable que hoy, en las sociedades globales, conocer las tendencias culturales, religiosas o de creencias de determinados grupos es fundamental para entender los hábitos de nutrición. Y hoy ya no es suficiente con conocer los casos más cercanos, sino que se impone una perspectiva holística. Además, de esta manera se pueden tomar decisiones con conocimiento de causa.

La importancia de la epidemiología nutricional en un mundo globalizado es vital y tiene múltiples aplicaciones. Podemos señalar algunos casos característicos que te sirven de ejemplo:

Conocimiento de los hábitos alimenticios globales

El conocimiento de los hábitos alimentarios globales es capital. Saber cuál es la proporción de nutrientes que se ingieren diariamente es importante, pero también lo es realizar un desglose por países y zonas.

La paradoja con la que nos encontramos es clara: obesidad en el Norte, problemas de desnutrición en el Sur. E, indudablemente, esta circunstancia da lugar a unas problemáticas distintas según el lugar. Además, es relevante saber cuál es la distribución territorial de esta nutrición. No en todos los países se come lo mismo ni hay la misma prevalencia de enfermedades. En consecuencia, será muy relevante que podamos realizar una diferenciación.

Si no se tuviese esta información, ni la FAO ni la UNESCO, ni la ONU, los gobiernos nacionales o las ONG´s podrían establecer planificaciones ni objetivos. Y, lo que es más importante, no se podría llamar la atención mundial sobre determinados problemas. En consecuencia, esta información es central.

No ha de extrañar, pues, que esta disciplina haya ganado tanta relevancia en tan pocas décadas. Al fin y al cabo, aporta una información valiosísima.

Conocimiento de la relación entre hábitos culturales, nutrición y la salud

La nutrición no depende únicamente del acceso a los alimentos, sino de los hábitos culturales y/o religiosos. Y esta cuestión puede resultar relevante en algunos casos.

Por ejemplo, el porcentaje de vegetarianos en la India es muy alto desde siempre, fundamentalmente por razones religiosas. U otro ejemplo está en el  hecho de que los creyentes de religión islámica no consumen determinado tipo de carne. Existen multitud de ejemplos que servirían para mostrar hasta qué punto hay relación.

En el pasado, estas cuestiones estaban circunscritas a determinados países o territorios. Lo que sucede hoy es que, con la globalización, estos fenómenos se pueden encontrar en cualquier país. E incluso en los Estados occidentales, hay una casuística variada. Por lo tanto, ya no es suficiente con quedarnos, únicamente, con lo que sucede en un lugar.

Comprobar estos hábitos culturales en relación con la nutrición y la salud puede ser muy interesante. Esta información, al fin y al cabo, permitirá conocer cuáles son los efectos en la salud de los grupos humanos.

Planteamiento de alternativas nutricionales públicas

El sector público puede y debe plantear alternativas nutricionales saludables. Pero para eso tiene que saber cuál es el punto de partida y, sobre todo, cuáles son los hábitos poco recomendables.

Por ejemplo, si una población abusa del consumo de carne, habrá que plantear otras alternativas nutricionales, como reducir el consumo o cambiar por otras proteínas. Lo mismo sucede en aquellas sociedades que abusan de los alimentos procesados o de los azúcares. Y hay que decir que problemas como la obesidad o la Diabetes de tipo 2 se están convirtiendo en situaciones de alto riesgo global.

Y como hemos dicho antes, no hay una relación igual en todo el mundo ni en todas las clases sociales. De hecho, conviene señalar que, en las sociedades occidentales, los problemas de obesidad son más recurrentes en las familias de clase trabajadora. Y es ahí donde la epidemiología nutricional puede aportar una información útil.

Cuando se disponga de toda la información necesaria, será posible plantear desde los poderes públicos otras alternativas nutricionales. Por ejemplo, aumentando impuestos a determinados alimentos o reduciéndolos en otros.

Estudio de opciones nutricionales para colectivos o individuos

El estudio de las distintas opciones nutricionales es un punto clave. Y hay que señalarlo porque, a veces, lo importante no es tanto la pérdida de peso, sino equilibrar otros hábitos.

Es cierto que un dietista o nutricionista suele centrarse en el caso particular. Pero no lo es menos que tener una idea general de las pautas nutricionales es, no solo recomendable, sino necesario en algunos casos. Por lo tanto, tener una idea de lo macro sirve, también, para trabajar en micro. Esto, a la larga, permitirá establecer unos patrones útiles.

Cuando tengas un desglose territorializado o por colectivos de los hábitos alimenticios, será más fácil plantear alternativas. Por lo tanto, esta es una buena pauta y no ha de extrañar que, a nivel global, haya esta preocupación. La información es clave para que puedas plantear el consumo de determinados alimentos o de nuevas pautas.

A veces, es importante ganar fibra muscular. En otros casos, se busca mantener un equilibrio en dietas vegetarianas. Otra opción es la de ingerir alimentos bajos en sodio. Finalmente, hay otro tipo de necesidades relacionadas con patologías prevalentes.

Sea como fuere, con esta información previa será más fácil diseñar planes u opciones nutricionales específicas. Y esto, a la larga, marcará la diferencia.

Conclusión

La epidemiología nutricional es una disciplina que tiene presente y futuro, en miras de mejorar la salud de la mayoría de la población. No en vano, quien desee establecer cambios de calado ha de tener en cuenta las pautas globales y nacionales en el consumo de alimentos. En consecuencia, conocer qué aporta en un mundo global es muy interesante.