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Psicología positiva: cómo fomentar el bienestar emocional en el día a día

29 de julio de 2025universitat carlemanyPsicologíaActualización : 29 de julio de 2025
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El estudio del sistema nervioso y del comportamiento de las personas evoluciona continuamente. Por ello, no es de extrañar que surjan nuevas perspectivas o modelos dentro de la psicología que se van adaptando a la evolución de los tiempos. En este artículo nos adentramos en el concepto de psicología positiva y en cómo es posible incentivarla para lograr un mayor bienestar emocional.
El estudio del sistema nervioso y del comportamiento de las personas evoluciona continuamente. Por ello, no es de extrañar que surjan nuevas perspectivas o modelos dentro de la psicología que se van adaptando a la evolución de los tiempos. En este artículo nos adentramos en el concepto de psicología positiva y en cómo es posible incentivarla para lograr un mayor bienestar emocional.

¿Qué es la psicología positiva?

La psicología positiva es una rama dentro de esta ciencia que se centra en reforzar todos los aspectos y elementos de la vida de una persona que contribuyen a su felicidad. Es decir, pone el foco en todo aquello que hace que nuestra vida valga la pena. Como señala Seligman (2002), padre de la psicología positiva, esta disciplina se orienta a estudiar las condiciones y procesos que contribuyen al funcionamiento óptimo de las personas.

Tradicionalmente, la psicología ha tenido un papel fundamental en el análisis y la comprensión de las dificultades personales, con el objetivo de promover la salud mental. Este enfoque ha permitido a las personas desarrollar una mayor autoconciencia y gestionar sus emociones de manera constructiva.

La psicología positiva amplía la perspectiva tradicional de esta disciplina al enfocarse en todos los aspectos que hacen que la vida de cualquier persona sea más satisfactoria.

La psicología positiva no se limita a identificar lo que va mal, sino que complementa este análisis al centrarse en lo que funciona bien. Esto es, se utilizan las fortalezas individuales como base para potenciarlas y, a partir de ahí, acceder a los factores psicosociales necesarios en el cambio y el crecimiento personal.

Origen de la psicología positiva

La primera vez que aparece este término es en la década de los 50, en uno de los manuscritos firmados por el psicólogo Abraham Maslow. Sin embargo, fue a finales de los 90 cuando se consolidó como disciplina dentro de la psicología gracias a Martin Seligman, entonces presidente de la Asociación Americana de Psicología.

Este psicólogo de origen estadounidense definió la psicología positiva como “el estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos y las instituciones que facilitan su desarrollo” (Seligman & Csikszentmihalyi, 2000). Actualmente, Seligman es reconocido como el padre de la psicología positiva.

Fundamentos de la psicología positiva

El objetivo de la psicología positiva es reforzar el bienestar emocional de las personas a través de sus principales fortalezas. En este sentido, Seligman propuso el modelo PERMA (acrónimo por las siglas en inglés) para identificar cuáles son los cinco elementos clave para lograr dicho bienestar. 

  • Emociones positivas

    (Positive emotions). Es imprescindible identificar cuáles son las emociones que despiertan nuestra felicidad. Por ejemplo, la alegría, la esperanza o la gratitud. 

  • Compromiso

    (Engagement). Adoptar un compromiso con nosotros mismos para potenciar nuestras fortalezas.

  • Relaciones

    (Relationships). El ser humano es social por naturaleza. Trabajar las relaciones sociales activamente contribuye a nuestro bienestar emocional y nos ayuda a crear vínculos emocionales más estrechos con otras personas.

  • Sentido

    (Meaning). El sentido de pertenencia a una comunidad o a un lugar potencia la capacidad de las personas de encontrar el sentido de la vida. Es decir, identificar cuál es nuestro objetivo dentro de la sociedad, más allá de cumplir los objetivos individuales.

  • Logro

    (Accomplishment). Definir nuestras propias metas incentiva nuestra capacidade de superación personal. Alcanzarlas aumenta la sensación de bienestar con uno mismo. 

Cómo aplicar la psicología positiva de forma práctica

Una de las competencias más demandadas entre los profesionales de la psicología, y que se adquiere cursando nuestro Bachelor Online en Psicología, es la capacidad de acompañar a la persona en su proceso de autoconocimiento en lo cognitivo, lo social y lo emocional.

Estas son algunas de esas pequeñas acciones cotidianas para incentivar la psicología positiva:

Crea un diario de gratitud

Plasmar en un papel las pequeñas cosas de la vida por las que una persona se siente agradecida es esencial. Este ejercicio mejora el estado anímico y refuerza la percepción de bienestar.

Escribir una carta de agradecimiento

Puede ser a una o varias personas, o una carta generalizada. El objetivo es dar las gracias por todo el impacto positivo que alguien tiene en la vida de una persona. Además, es una forma de intensificar las relaciones sociales con las personas de nuestro entorno. 

Lo relevante de este ejercicio es que la carta no se envía, sino que el simple hecho de redactarla permite conectar emocionalmente con la gratitud y reflexionar sobre las relaciones.

Visualiza situaciones que te hacen feliz

Imaginarse a uno mismo como protagonista de una situación que genere felicidad es importante. Si, por ejemplo, quieres comprar una casa, visualízate ya viviendo en ella. Esto contribuye a aumentar el optimismo y mantiene la motivación alta. 

Verbaliza tus fortalezas

La clave de la psicología positiva es incidir en aquellos aspectos positivos de nuestra vida. Parte de ello es recordarse a uno mismo cuáles son sus mejores cualidades y fortalezas. Expresarlas en alto ayuda a que una persona las interiorice y se las crea, mejorando la autoestima personal. 

Ayuda a otras personas

Aunque parece una obviedad, hay muchos momentos y situaciones en nuestro día a día en los que podemos ayudar a otras personas de forma voluntaria y altruista. Por ejemplo, cargando las bolsas de la compra de una persona mayor, o ayudar a un padre o madre a subir el carrito del bebé. Estas acciones espontáneas incrementan la sensación de bienestar personal. 

Establece pequeñas metas realistas

A principios de semana, márcate pequeñas metas que sean alcanzables y que te hagan sentir bien. Un ejemplo puede ser llamar a tus familiares durante la semana y ver qué tal están. Cuando termine la semana, comprobar que se han cumplido acrecienta la sensación de bienestar. 

Encuentra una actividad física que te haga sentir bien

Dedica quince minutos todos los días a realizar cualquier ejercicio físico que te resulte agradable. No hace falta que sea un entrenamiento deportivo intenso; es suficiente con bailar una canción que te guste, o practicar una serie de estiramientos agradables para tu cuerpo.

Ayudar a otras personas también refuerza la psicología positiva 

La psicología positiva es una disciplina científica muy atractiva para quienes quieren especializarse dentro de la psicología. Sobre todo, porque dominar la psicología positiva es clave para ayudar a que otras personas mejoren su relación consigo mismas y su bienestar en la sociedad. Y, por tanto, es una forma de contribuir a que sean más felices.

En la Universitat Carlemany vemos cómo, cada día, miles de estudiantes dan un paso más hacia el futuro profesional que desean. Si, en tu caso, es ayudar a las personas, nuestro Bachelor en Psicología es la opción formativa perfecta para ello. 

Ayudar a que otras personas alcancen su felicidad también nos permite alcanzar la nuestra propia.