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Metas del ODS 12: consumo y producción sostenibles

15 de abril de 2024Universitat CarlemanyODS
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El ODS 12 forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un programa de hitos que la Organización de Naciones Unidas (ONU) se ha planteado para que en 2030 el mundo sea un lugar más sostenible y grato para sus habitantes.
Metas del ODS 12: consumo y producción sostenibles

Se trata de un conjunto de actuaciones que han de mejorar el bienestar de la población mundial en el horizonte temporal fijado. Estas acciones involucran tanto a las instituciones públicas como a las privadas (especialmente, a Estados y empresas), así como a la ciudadanía, que puede poner su granito de arena, ya que cada acción cuenta.

Hemos de reseñar que el cumplimiento de los objetivos ha de ser no solo medible, sino, sobre todo, realizable. Por tu parte, puedes comenzar, además de ejerciendo un consumo responsable, echando un vistazo a nuestros programas de formación para  contribuir en mayor medida en la sostenibilidad social. Presta atención.

¿Qué significa el ODS 12?

Los ODS se dividen en 17 necesidades para conseguir un planeta más justo y viable. Y, precisamente, el duodécimo objetivo entronca a la perfección con el objetivo final, en conjunto, que no es otro que la sostenibilidad.

En este sentido, el objetivo que tratamos pasa por  garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. Por consiguiente, se pone énfasis en dos actores principales. Por una parte, en las empresas, que deben implementar métodos productivos sensibles con la protección al medio ambiente; y el Estado, que debe velar porque ese criterio se cumpla.

Por otra parte, la población, que deposita su confianza en las autoridades públicas, y los productos y servicios de las firmas que son de su elección. En un orden democrático, ejerces un rol crítico como parte de la ciudadanía y de la sociedad de consumo.

Dicho objetivo trata de consolidar unas pautas productivas y de consumo que, garantizando las necesidades actuales de la población, no supongan poner en peligro los recursos naturales para satisfacer las necesidades de las generaciones venideras.

La importancia del ODS 12

La relevancia de este objetivo concreto se hace patente cuando valoramos informaciones como la que nos da el Banco Mundial respecto a que agotamos cada año los recursos relativos a 1,75 planetas. Y, si, como esta misma institución señala, en 2050 la Tierra llega a 10.000 millones de moradores, serían necesarios 3 planetas para abastecernos.

La primera conclusión, que justifica la necesidad de cumplir con esta finalidad, es que nuestro nivel de consumo de bienes naturales excede, con mucho, la de regeneración que la Tierra pone a nuestra disposición. Por tanto, conviene virar, con la suficiente determinación, hacia un modelo productivo y consumista que garantice que los ciclos naturales no se agoten.

Si pretendemos mantener nuestro actual estilo de vida, es preciso comenzar a revertir una serie de actos insostenibles de nuestro día a día. Por ejemplo, en la actualidad se desperdicia la tercera parte de la comida que se produce. Según la ONU, el equivalente a 1300 millones de toneladas de alimentos.

La eficiencia energética es otra clave significativa. Si cambiamos nuestras bombillas por otras más eficientes, el ahorro anual alcanzaría los 120.000 millones de dólares de Estados Unidos.

El objetivo del ODS 12: consumo y producción sostenibles

Lograr la meta que estamos abordando en este espacio pasa por poner en práctica los principios de la economía circular. En consecuencia, es fundamental que las firmas implanten sistemas productivos que, al tiempo que les permitan beneficios económicos, garanticen la sostenibilidad.

Dicha sostenibilidad se debe materializar en todas las fases, desde la producción hasta el consumo. Tiene que comenzar con la aplicación de pautas de ecodiseño. De este modo, el ciclo de vida del producto o servicio estará orientado a una minimización de los riesgos ambientales.

En este aspecto, las instituciones gubernamentales ejercen un evidente rol de apoyo. No solo controlando que las firmas cumplan con los requisitos de sostenibilidad, sino también incentivando su adopción mediante distintos tipos de ayudas.

A grandes rasgos, una consecuencia de este modelo económico es la desvinculación entre el crecimiento de la economía y la saturación de los recursos naturales.

Las metas del ODS 12: consumo y producción sostenibles

Por último, te informamos de que cada uno de los ODS se divide en diversas metas. Son apartados del objetivo específico, las cuales valen para especificar el cumplimiento parcial de algunos de los fines incluidos en el objetivo general del consumo y de la producción sostenibles. 

Estas metas tienen en cuenta el liderazgo que deben ejercer los países más desarrollados. En relación con el desperdicio de comida, se ha fijado disminuir las pérdidas a la mitad, lo que conlleva reestructuraciones de la cadena de producción. 

Gestionar racionalmente una producción que considere los criterios ecológicos será una meta que podrá ser cuantificada mediante los informes que se realicen por parte de empresas y Estados. 

Asimismo, las instituciones políticas deberán redoblar sus esfuerzos a la hora de capacitar a sus entramados empresariales y poblaciones en las prácticas de adquisición, producción y reutilización propias de la economía sostenible. Se enfatizan aspectos como las energías renovables y un turismo responsable.

En definitiva, el ODS 12 involucra la responsabilidad del Estado y de las empresas como actores principales, pero también pone en valor las aportaciones individuales. Te recomendamos consultar el plan de acción ODS de la Universitat Carlemany.