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Modelos de agricultura sostenible

22 de diciembre de 2020Universitat CarlemanyTecnología e Innovación
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La organización industrial es base para la sociedad en la que vivimos, ya que se trata de una herramienta elemental para que esta siga funcionando. Dentro de los muchos elementos que hay que tener en consideración, como la aportación de recursos a esa industria, algo en lo que la agricultura tiene mucho que decir.

A este respecto, cabe señalar que el trabajo adecuado y sostenible de la tierra garantiza la preservación de los ecosistemas productivos, y por ese motivo se hace necesaria de modelos de agricultura sostenible. Estos modelos surgen como la respuesta a una agricultura tradicional y al grave impacto que tiene en el medioambiente.

Es importante tener en cuenta que según la FAO (Food and Agriculture Organization of United Nations), en el año 2025 el 83% de la población de todo el mundo vivirá en países en vías de desarrollo. Eso significa que la demanda de alimentación será ingente, y que la capacidad de los recursos y las tecnologías de las que disponemos, así como de otros productos de primera necesidad agrícolas, es incierta.

Un desafío difícil al que debe responderse con modelos de agricultura sostenible

Así, vemos un panorama en el que la agricultura global tendrá que aumentar la producción actual para poder hacer frente a la demanda de productos alimenticios. Pero no solo eso, sino que tendrá que ser eficiente al usar los recursos naturales, así como tener el mínimo impacto en la sociedad y en el medio.

Aquí es donde entran en juego los modelos de agricultura sostenible. A continuación, señalaremos algunos de ellos que pueden ser de gran utilidad a la hora de afrontar los nuevos y difíciles desafíos que se ciernen ante nuestros campos y su forma de producir.

Agricultura ecológica

Podemos definir la agricultura ecológica con un sistema usado para conseguir la mayor calidad de los productos agrarios utilizando herramientas, productos y técnicas que respeten el medioambiente, y optimizando el uso de recursos naturales. Es por esa razón por la que los productos de síntesis son sustituidos por otras formas de cultivo biológicas.

Así, la agricultura ecológica es uno de los modelos de agricultura sostenible más extendidos, cuyas diferencias con otros sistemas productivos son significativas.

Para empezar, se fomenta el mantenimiento de la fertilidad de los suelos y de su actividad. Esto se realiza cultivando plantas leguminosas, usando el abonado en verde y plantas con raíces profundas, sin contar con el uso de rotación anual de cultivos. Todas estas medidas hacen que se produzca menos erosión hídrica de los suelos y que haya más materia orgánica que repercuta en los mismos.

Un complemento a lo anteriormente mencionado es la adición de estiércol y compost orgánico. No obstante, si con estas medidas no se alcanza el objetivo, podemos añadir otros fertilizantes naturales que se establecen en el Reglamento 889/2008.

También es relevante mencionar que este es el único de los modelos de agricultura sostenible que se legisla en la Unión Europea.

Agricultura biodinámica

La agricultura biodinámica es otro de los modelos de agricultura sostenible que podemos encontrar, encontrando toda la información necesaria en la Asociación para la Agricultura Biodinámica en España.

Igual que la ecológica, respeta los ecosistemas en lo referente a vegetales, nutrientes, animales, suelo y animales. Sin embargo, a diferencia de esta, la biodinámica considera cómo es la energía existente entre estos agentes, y también con el cosmos.

Su característica principal es que los compuestos que utiliza para fomentar los suelos fértiles son propios. Esto quiere decir que se elaboran mediante elementos vegetales y animales durante meses, considerando la influencia del cosmos. Es un enfoque distinto, porque la agricultura tradicional solo considera cómo influye la luna a la hora de sembrar, trabajar la tierra, tratarla y la recolección.

La permacultura

De la unión de los términos permanente y agricultura nace este concepto. Podríamos decir que es otra forma de denominar a la agricultura sostenible.

La idea de este modelo agrícola es la de fundirse con la naturaleza, adaptarse a ella completamente. Solo así se podrán conseguir sistemas agrarios de mayor eficacia, eficiencia y sostenibilidad. Entre sus principios rectores elementales están, por ejemplo, la observación de una zona concreta para saber qué elementos y seres cohabitan en cada momento del año. Esto permite diseñar cómo conectarlos para que el cultivo tenga menos impacto, sacando el máximo provecho de todos ellos.

Entre sus elementos básicos, también está la actitud al trabajar la tierra. Un ejemplo de esto es que, por ejemplo, un problema puede ser una semilla para solventarlo.

Este modelo no se suele usar en grandes terrenos.

La producción integrada, el más limitado de los modelos de agricultura sostenible

Este modelo productivo agrario vio la luz por primera vez en los 90. En esos años ya eran obvios y más que conocidos los riesgos que tenía la agricultura al uso para la sostenibilidad del campo, así como para la productividad de las tierras.

Se puso de manifiesto que el uso de pesticidas, fertilizantes no orgánicos y herbicidas tenían efectos nocivos para el campo a largo plazo. Y estos productos se han utilizado de forma generalizada durante muchos años.

Así, el DARP, el Departament d’Agricultura de la Generalitat de Cataluña, afirma que la agricultura integrada es el uso de métodos de control de enfermedades y plagas mediante técnicas convencionales que se basen en productos agroquímicos.

Los métodos biológicos que emplea la agricultura integrada son los mismos que los de la ecológica, y los agroquímicos se utilizan en la convencional. Eso sí, se definen límites y se discriminan cultivos.

Otro modelo más: la agroecología

Ya sabemos que para alcanzar la plena sostenibilidad de los alimentos hay que usar técnicas que conserven la fertilidad del terreno. Pero hace falta más.

Hay que ir un paso más allá, enmarcando el modelo agrario en un contexto en el que lo social, lo laboral y la comercialización vaya en la línea de la sostenibilidad del campo.

Básicamente, ese es el concepto que subyace tras la agroecología. Se trata de hacer más sostenible la agricultura sostenible.