En la Universitat Carlemany tenemos como objetivo que la formación universitaria sea accesible a todas las personas y la igualdad de oportunidades en la educación sea una realidad. Nuestro compromiso con el aprendizaje y la formación se refleja en nuestro Plan de Acción ODS. Este se traslada a cada acción y decisión que tomamos.
La igualdad de oportunidades en el ámbito educativo hace referencia a la idea de que un sistema solo puede ser justo si garantiza la igualdad de acceso a los recursos formativos a todos los individuos. Únicamente una sociedad que logre ese acceso igualitario a los recursos formativos puede ser considerada justa y digna.
Además de esa garantía fundamental de igualdad en el acceso, hay que lograr espacios que:
Los datos muestran que el acceso a los estudios superiores sigue siendo restringido para gran número de estudiantes. Esta restricción se agrava, además, en países subdesarrollados. En muchos lugares del planeta se ha conseguido garantizar la enseñanza inicial o primaria. Sin embargo, es asignatura pendiente alcanzar esos resultados en lo que refiere a la enseñanza secundaria y superior.
Por lo tanto, el factor económico y social sigue siendo el que explica en mayor medida esta desigualdad entre individuos. Por una parte, porque influye en la capacidad de los territorios de invertir en recursos educativos y dar respuesta a la demanda existente. Y, por otro lado, porque determina la oportunidad de las familias de costear los gastos educativos de sus hijos e hijas.
La clase social entendida como la situación socioeconómica influye, puesto que afecta a la realidad del alumno fuera y dentro de las aulas.
De manera más concreta, pueden enumerarse factores relacionados con la clase social. Factores como el valor o relevancia que se da a la formación en el entorno cercano, la necesidad o no de obtener ingresos inmediatos para el sustento familiar, la estimulación y el apoyo recibidos por parte de la familia en el proceso educativo, etc.
El objetivo que la sociedad debe tratar de cumplir es reducir las diferencias y garantizar los mismos derechos para todos las personas, sin importar su origen o clase social.
En la actualidad los entornos educativos se enfrentan al reto de garantizar una verdadera igualdad de oportunidades en la formación y lograr espacios en los que la diversidad y la inclusión sean un hecho. La manera de conseguirlo requiere de un compromiso por parte de la comunidad educativa. Esto incluye a equipos directivos, profesorado, alumnado y familias. Este compromiso ha de materializarse en planes, programas y acciones, que pongan en el centro el acceso en igualdad y el apoyo necesario posterior.
Queremos incluir aquí una definición de educación del Dr. Muntaner, que ayuda comprender mejor la importancia de defender la igualdad en este contexto: es "un proceso intencional y permanente dirigido a la persona en su conjunto con la finalidad de alcanzar su perfeccionamiento, que se desarrolla en múltiples ámbitos para favorecer y potenciar su participación en un contexto social concreto."
En el momento en que las acciones previas realizadas tienen como resultado el acceso al centro educativo, el esfuerzo debe trasladarse al día a día en el aula. Es clave que en las aulas se haga la transición del modelo de intervención compensatoria a un modelo que introduzca prácticas coherentes con la inclusión educativa. Para lograrlo, debe implantarse un currículo común y en línea con el principio de igualdad, y ofrecer los apoyos necesarios normalizados para lograr la inclusión real del grupo de alumnos.
En este punto haremos referencia a dos aspectos cruciales que han de integrarse en todo entorno educativo con el fin de propiciar un acceso igualitario a las formaciones superiores.
No hay que olvidar que en el proceso de aprendizaje de cada individuo intervienen factores ligados a su vida y realidad fuera de las aulas. Por lo tanto, son también necesarios recursos que den respuesta a las circunstancias externas que puedan estar interviniendo, para lograr de verdad la igualdad de oportunidades.
Más allá de lo referido en la enumeración, nos parece necesario recordar que en los entornos educativos hay que tener siempre presentes valores como el respeto y la tolerancia. Esto se hace aún más necesario en un momento como el actual, en el que se ha tomado conciencia de la diversidad en el aula y fuera de ella. Para lograr una inclusión real hay que actuar de modo respetuoso y tolerante, dando así ejemplo al conjunto de la sociedad.
En la Universitat Carlemany tenemos como objetivo garantizar la igualdad de oportunidades en la educación facilitando el acceso a la enseñanza a personas que viven en países subdesarrollados. Para ello contamos con un programa de apoyo financiero basado en becas. Este objetivo tiene relación con tres Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que son: el 4 de Educación de Calidad, el 1 de Fin de la pobreza y el 10 de Reducción de las Desigualdades.
Consulta nuestro Plan de Acción ODS para tener más información sobre nuestro compromiso con el desarrollo sostenible.