Ahora que ya conoces qué es la higiene industrial, vale la pena que sepas identificar los principales elementos en los que se desglosa. En primer lugar, nos interesa reseñar que existen una serie de factores sobre los que trata de incidir. Son los siguientes:
Físicos: desde la contaminación acústica a la producida por las radiaciones.
Químicos: relacionados con los polvos y gases en suspensión.
Biológicos: tienen que ver con las infestaciones ocasionadas por los hongos, los virus y las bacterias.
En cuanto a los objetivos de la higiene industrial, hemos de distinguir sus destinatarios. Los dos primeros se refieren a la organización de una empresa. El último de ellos, por su parte, tiene una concepción más trascendental y global. No obstante, todos ellos, como bienes elementales que son, se encuentran interrelacionados. Asimismo, están incluidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agencia 2030.
En las siguientes líneas, te presentamos las principales metas de la higiene en los entornos laborales:
Proteger e incluso promover la salud de la plantilla. En la línea, además, del cumplimiento de la normativa obligatoria en materia de prevención de riesgos laborales.
Fomentar la eficiencia de la empresa. Una plantilla sin problemas de salud está en condiciones de ofrecer un mayor rendimiento.
Conservar el medio ambiente y llevar a cabo una contribución sustancial a la sostenibilidad del planeta. Se materializan a partir de la incidencia en el entorno más cercano.
En lo tocante a las disciplinas de la higiene industrial, hemos de señalar una división en cuatro ramas competenciales. Estas son las vertientes de la higiene en la industria:
Teórica: lleva a cabo investigaciones médicas y estudios epidemiológicos con el fin de evaluar cómo afectan los diversos contaminantes a la salud personal.
Analítica: consiste en la realización de investigaciones y análisis cualitativos y cuantitativos de los contaminantes que se encuentran en el entorno de trabajo.
De campo: entra de lleno en las condiciones específicas de un centro de trabajo concreto. En este sentido, se encarga de identificar y evaluar las amenazas que se han detectado al ponderar los riesgos laborales existentes en el lugar.
Operativa: valora los criterios y las variables aplicables con el objetivo de corregir y prevenir los riesgos asociados a las diferentes funciones laborales.
Por otro lado, existe una serie de fases de la higiene industrial cuyo abordaje ordenado y riguroso resulta clave a la hora conseguir que esta sea efectiva. Apunta.
Estriba en reconocer y, posteriormente, inventariar qué circunstancias del trabajo (del centro y de sus dinámicas) pueden causar daños a la salud de la plantilla.
Lo siguiente a realizar pasa por cuantificar los contaminantes presentes en el ambiente y la evaluación de sus eventuales consecuencias en este contexto. En este estadio también se lleva a cabo una comparación con los parámetros en los que se garantiza que no se van a producir perjuicios para la salud de la plantilla.
Son diversas las técnicas que pueden ser empleadas para erradicar los riesgos asociados a los agentes contaminantes detectados en el ambiente laboral. Anota.
La mejora de los procesos de producción. Está, por lo general, correlacionada con un impacto más bajo de los agentes que contaminan.
La reducción de la concentración de estos agentes. También minimiza o elimina sus efectos nocivos. De hecho, algunos de estos elementos solo llegan a ser peligrosos cuando se encuentran en altas concentraciones.
El bloqueo de la propagación de los agentes contaminantes. Va a depender de la implementación de mecanismos de eliminación, de barrera o profilácticos que eviten que se produzca la incidencia sobre la plantilla.
Por último, tenemos que destacar que la prevención y la higiene industrial son dos conceptos concomitantes e interconectados. Una buena higiene en el lugar de trabajo requiere, indiscutiblemente, de una prevención planificada y rigurosa.
Las acciones preventivas no solo son, en este aspecto, más efectivas que las reactivas. También resultan más económicas, puesto que puedes interpretar que evitar o minimizar los futuros daños conlleva un ahorro que rentabiliza plenamente el retorno de la inversión. Entre las medidas preventivas a poner en valor, remarcamos las siguientes:
Diseño adecuado de los espacios en los que se trabaja.
Aislamientos térmico y acústico e iluminación apropiada.
Distribución en condiciones adecuadas de los recursos de trabajo.
Automatización de las distintas labores mediante las tecnologías necesarias.
Control de la carga física que tiene que ser soportada.
Ofrecimiento a la plantilla de los EPI reglamentarios.
Establecimiento de controles periódicos de salud.
Formación actualizada en materia de prevención de riesgos laborales.
Concreción de los puestos de trabajo que han de ser responsables del mantenimiento de la seguridad en cada espacio de trabajo. Con una división especializada de las responsabilidades relativas a las funciones asignadas.
Por otra parte, deseamos subrayar que una Ingeniería en Organización Industrial es un cargo especialmente capacitado para ocuparse de estas atribuciones. Por eso, te puede interesar saber a qué se dedica este perfil profesional, qué salidas tiene y su relevancia. La Universitat Carlemany te ofrece, entre sus Bachelors, el que te permite desempeñar estas funciones tan importantes para el funcionamiento de una firma.
En definitiva, la higiene industrial no solo es un requisito obligatorio para una empresa. Se trata de una rama dentro de los modelos industriales que busca hacer los espacios laborales más seguros.