Las empresas con desarrollo sostenible se comprometen con los ODS, lo que les permite obtener beneficios como un aumento de su reputación corporativa gracias a unabuena gestión empresarial. Es importante tener en cuenta que estas organizaciones no solo brindan un beneficio para todos, sino que también se otorgan a sí mismas una ventaja competitiva.
Básicamente, las empresas sostenibles son organizaciones que ponen el foco en generar un impacto lo más positivo que sea posible tanto en la sociedad como en el medio ambiente. A diferencia de otras empresas, no se centran únicamente en conseguir más ventas, sino que adquieren, como decimos, un compromiso.
Esto significa que, por supuesto, tratan de conseguir beneficios, pero participando de forma activa en la sociedad para ayudar a crear un mundo mejor para todos. Estas empresas se apoyan en tres pilares: el económico, el social y el ambiental.
El desarrollo sostenible en empresas tiene numerosas ventajas para el día a día. Estas son las más importantes:
En primer lugar, una empresa que apueste por el desarrollo sostenible obtiene una ventaja competitiva porque pagará menos impuestos y tendrá más facilidades para acceder a ayudas. Además, mejora su reputación por la Responsabilidad Social Corporativa (R.S.C.).
La gestión eficiente de los recursos supone, igualmente, una reducción de los costes operativos. Esto lo vemos en la reducción de los consumos de agua, luz, gas o en la gestión de los residuos. El uso de nuevas tecnologías es especialmente importante porque contribuye a la sostenibilidad y a esa reducción de costes en las acciones cotidianas.
El cliente da cada vez más importancia a las acciones de sostenibilidad en las empresas, por lo que es una forma de fidelizarlos. Además, el talento se retiene mejor porque el perfil de profesional cualificado aprecia, cada vez más, que las empresas en las que trabaja tengan corazón y conciencia medioambiental.
Las regulaciones ambientales de las instituciones son cada vez más exigentes. Los horizontes de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y de la descarbonización para 2050 están ahí, y las empresas medioambientalmente responsables se adelantan a estas regulaciones, ahorrando gastos futuros y posibles sanciones administrativas.
Con la creciente conciencia de que el planeta está en peligro y hay que hacer algo para poder dejarlo en las mejores condiciones posibles a las generaciones venideras, cada vez son más las empresas con desarrollo sostenible en todo el mundo.
A continuación, se señalan algunos ejemplos de empresas sostenibles y concienciadas:
El gigante del mueble IKEA, a través de su estrategia People & Planet Positive, aplica políticas de sostenibilidad en toda su cadena de valor: esto incluye aprovisionamiento de materias primas, proveedores, fabricantes, distribuidores y, por supuesto, el punto de venta final. Claramente, se busca cumplir con los estándares de la Agenda 2030.
La empresa Acciona, centrada en las infraestructuras, ha apostado en los últimos años claramente por las energías sostenibles. Concretamente, está centrada en energías fotovoltaica, hidroeléctrica, termosolar y biomasa. Esta es una de las empresas referentes en la instalación y gestión de parques.
La empresa Ecoalf ha hecho de la sostenibilidad una de sus bases, sin renunciar al buen diseño. De hecho, desde 2010 utiliza ropa de materiales reciclados, como el nylon y el poliéster. El resultado es una reducción en el uso de los recursos naturales y en el agua.
Según afirma la página web de esta entidad bancaria, Banco Santander pone su foco en el progreso de, tanto las personas como las empresas. Para ello, fomenta el crecimiento sostenible e inclusivo incluyendo en su modelo empresarial distintos criterios sociales, medioambientales y de gestión interna.
Es una de las empresas con desarrollo sostenible que tratan de encontrar de una forma constante maneras de crear una banca respetuosa con el medio ambiente y accesible para toda la sociedad. Al mismo tiempo, buscan la rentabilidad.
Uno de los elementos clave de esta empresa es la financiación verde, financiando proyectos de infraestructuras sostenibles. Así, trabajan por la descarbonización con mayor eficacia.
La empresa vasca Iberdrola es otro de los ejemplos de transición energética. Esta eléctrica ha apostado de forma masiva, en los últimos años, por energías renovables como la eólica o la solar. El mix que ofrece a sus clientes tiene una participación creciente de estas fuentes energéticas.
El desarrollo sostenible en empresas se puede aplicar de varias maneras. Estas son algunas formas de hacerlo posible.
La implementación de energías limpias reduce el impacto medioambiental. Una opción habitual es la contratación de parques de energía fotovoltaica, muy útil para estos casos. Existen numerosas instalaciones de autoconsumo que pueden cubrir las necesidades de las empresas.
La apuesta por proveedores de proximidad y por el reciclaje es otra de las formas de mejorar la sostenibilidad. Esto, además, permite no solo reducir la huella de carbono, sino, también, la generación de residuos. La economía circular ayuda a cumplir los ODS en empresas.
La innovación en tecnología sostenible es fundamental para aumentar la productividad de las empresas, pero también se puede enfocar a que los procesos y los productos sean sostenibles. Por muchas razones, estas políticas son una inversión ganadora a medio plazo.
Las políticas de sostenibilidad deben, también, aplicarse en el seno de la empresa. Y esto implica, igualmente, formar y concienciar al personal en sostenibilidad para que este sea consciente de los nuevos estándares corporativos.
Las empresas con desarrollo sostenible son presente y futuro, porque la legislación y la opinión pública exigen procesos y productos limpios y con responsabilidad social. Conocer, pues, estos procesos, es esencial para no perder competitividad.