El nivel de penetración de la tecnología en nuestra vida ha supuesto una transformación en muchos sentidos. Hoy en día vemos cómo el diseño minimalista evoluciona hacia una corriente que podemos llamar minimalismo tecnológico, y que no es otra cosa que la fusión entre tecnología y estética a la hora de diseñar un espacio. Veamos cómo.
Cuando pensamos en una casa domótica, pensamos en un hogar inteligente. Un adjetivo que parece estar presente en prácticamente todos los ámbitos de nuestro día a día. Y, realmente, lo está.
La domótica es la automatización que permite realizar el control inteligente de los elementos de una vivienda, como la iluminación, la climatización, la seguridad, los electrodomésticos, el riego, etc.
Dicho control se produce gracias a la instalación de diversos equipos conectados entre sí que se manejan a través de un mismo panel de control o mediante dispositivos externos como el smartphone.
¿Y qué relación tiene la domótica en casa con el diseño? Podemos definirla como una relación de simbiosis que va en dos direcciones:
Por un lado, son muchos los elementos tecnológicos y los dispositivos inteligentes que utilizamos hoy en los hogares. Esto hace necesario que estén bien integrados dentro del diseño de interiores.
Por otro lado, los propios dispositivos son complementos perfectos para la decoración en el diseño minimalista, que se caracteriza por la funcionalidad y por una estética más limpia.
Para entender hasta qué punto se pueden relacionar la tecnología de control inteligente y el diseño minimalista, es importante recordar cuáles son los pilares que definen a este último:
Una vivienda minimalista es, sobre todo, funcional. Todos los elementos que se incluyen en la decoración deben tener utilidad. El objetivo es eliminar aquellos objetos que son superfluos y que no aportan valor en el uso de la vivienda. No hay que olvidar que la ergonomía se crea, y la funcionalidad es clave para ello.
En el diseño minimalista, tiene como lema “menos es más”. Apostar por una estética más simple, en la que todo lo que no es necesario no tiene lugar, aporta más armonía visual y más equilibrio emocional. La ausencia de adornos innecesarios o de una decoración excesiva contribuye a tener una mayor sensación de relajación dentro de casa. Y, sin duda, ese es uno de los objetivos prioritarios para cualquier profesional del diseño.
El predominio del blanco y otros colores claros aporta más luminosidad a cualquier espacio. No solo eso, sino que aumenta la sensación de paz y pureza. Esto, una vez más, se relaciona con un ambiente más tranquilo y acogedor.
En el diseño minimalista, los muebles que se escogen tienen formas y líneas simples. No hay uso de colores excesivamente llamativos o estampados que rompan con la armonía estética que se pretende conseguir. En su lugar, se apuesta por elementos más neutrales, que conectan de manera más directa con la naturaleza y el entorno.
La clave de la relación que hay entre la domótica y el diseño de interiores es la integración. La mayoría de dispositivos de domótica en casa se pueden integrar perfectamente en el diseño minimalista del espacio, incluso como elementos que forman parte del mismo.
De hecho, la incorporación de tecnología en casa supone un elemento de valor adicional, que proporciona un aspecto más moderno y contemporáneo a la vivienda. Es decir, no solo no rompe la estética minimalista, sino que la domótica actúa también como un elemento de gestión del diseño a la par que funcional. Y, en definitiva, mejora la experiencia en la propia vivienda. Veamos algunos ejemplos.
Uno de los dispositivos clásicos de domótica que más se utilizan es el de iluminación inteligente. Además, encaja perfectamente dentro de una estética minimalista, porque permite suprimir interruptores que no sean necesarios, dejando una pared mucho más limpia.
Y, por otro lado, permite ambientar la iluminación de cada estancia mediante la incorporación de tiras de luz, por ejemplo, sin añadir más lámparas o elementos que rompan con la armonía visual.
El control de la climatización a través de dispositivos inteligentes también se puede integrar muy bien en el diseño de la vivienda. De hecho, muchos paneles de control ya tienen un diseño bastante minimalista, compactos, con tonos blancos predominando, formas simples y sin botones adicionales, de manera que se fusionan muy bien en cualquier parte de la vivienda.
Otro elemento domótico que se ajusta perfectamente a un diseño minimalista es el uso de motores ocultos para subir y bajar las persianas o estores. Esto permite eliminar las cuerdas tradicionales, dejando unas ventanas mucho más sencillas y limpias.
Conseguir que la tecnología se adapte al espacio es uno de los valores principales de un profesional del diseño de interiores.
Y, por tanto, es uno de los aspectos que más se trabaja dentro del itinerario formativo de nuestro Bachelor Online en Diseño. Entre otras cosas, porque ofrece ventajas que permiten crear espacios donde el confort es lo principal:
Orden visual y armonía
Máxima funcionalidad sin producir saturación en el espacio
Eficiencia energética
Aprovechamiento del espacio
Comodidad de uso
Valor adicional a la vivienda
En una casa que quiere seguir una línea minimalista, la domótica debe integrarse de manera discreta, eficiente y estética, aportando comodidad sin comprometer el diseño.
Cuando ambos elementos trabajan en armonía, el resultado es un entorno elegante, funcional y preparado para el futuro.
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