La Deep Web, o también denominada parte oculta de internet, es aquella que no ha sido indexada por los motores de búsqueda. O, dicho de otra manera, toda aquella información que no reconocen Google, Baidu, Yandex, Yahoo y otros motores, así como en las redes sociales (Facebook, Instagram, TikTok y otras). Otro tanto sucede con motores de Inteligencia Artificial como ChatGPT, Perplexity, Gemini o Deepseek. Esto lo aprendes en un Bachelor en Informática.
Un problema recurrente es el de confundir la Deep Web con la Dark Web. En la Deep Web encontrarás páginas web desindexadas, bases de datos o páginas privadas, igual que en la Darknet. Ahora bien, la Darknet es aquel contenido que está oculto porque es ilegal y, para entrar, hay que hacerlo con autorización previa.
Es recurrente hacer la comparación en internet entre la parte visible de la red y la Deep Web, como si la primera fuese, simplemente, la punta de un iceberg. Y esto tiene sentido, si tenemos en cuenta que el 96% de internet no es accesible a través de los motores de búsqueda tradicionales. Lo que sucede es que, al no haber regulación, se puede encontrar, literalmente, de todo.
La palabra que definiría mejor a la Deep Web es la de anarquía, puesto que es una zona de internet no registrada ni regulada. El hecho de que esté fuera de los motores de buscador abre la puerta al descontrol y acciones, más o menos reprobables.
Por ejemplo, puedes encontrar webs para descargar libros gratis, pero otra de las posibilidades es la de realizar todo tipo de actividades delictivas sin rastro.
En los últimos años, los cuerpos policiales han intensificado su actividad en la Deep Web. Por lo tanto, no es un espacio a frecuentar.
Diferenciar adecuadamente entre Deep Web, Dark Web y Surface Web es fundamental. Estas son las principales diferencias del conjunto:
la Deep Web engloba todo el conocimiento en internet que no está indexado. Esto no es menor, porque implica entre el 90 y el 96 % de toda la world wide web.
la Dark Web es el contenido que exige un software específico para poder entrar. Puede incluir información sensible de investigaciones, pero también es un espacio abierto a lo ilegal, donde muchas veces se pactan transacciones delictivas. Es sustancialmente más pequeño y significa, únicamente, el 0,1 % del contenido de la world wide web.
la Surface Web es aquella parte de internet visible al público. La podemos comparar con la punta de un iceberg. Se calcula que solo el 4 al 10 % es visible, pero es la parte que más monetiza y al alcance de cualquier internauta.
En definitiva, las diferencias entre Deep Web y Dark Web sirven para entender qué parte no está disponible para la mayor parte de usuarios.
El acceso a la Deep Web exige una serie de medios previos y conocimiento. Estos son los más importantes:
La navegación anónima requiere el uso de navegadores especializados para acceder a estos contenidos. El más conocido es Tor, pero también existe I2P. Junto a ellos, hay también sistemas operativos asociados.
Conviene saber que, al entrar en la web oscura, se puede encontrar cualquier cosa. Recomendamos hacerlo solo si tienes un conocimiento especializado en informática para evitar ser víctima de phishing u otras actividades delictivas. Y, sobre todo, entra únicamente si tienes un motivo para hacerlo.
La Dark Web, por ejemplo, puede contener información de interés sobre investigaciones, no solo contenido ilegal. Debes cumplir con la legislación de tu país y responsabilizarte del uso que hagas. No en vano, la Policía también entra en la parte oscura de la web para perseguir actividades delictivas.
Las consecuencias de entrar en la Deep Web son distintas según el conocimiento que tengas del lugar donde vas a entrar. De todas formas, no está de más hacer una diferenciación clara entre los espacios.
Por ejemplo, si entras en el dominio de una web confiable, no debería pasar nada. Simplemente, es una información que los buscadores no han indexado y que no está visible a simple vista. Esto puede pasar con empresas, asociaciones o páginas personales de reciente creación; la desindexación, además, puede ser una práctica de la empresa y no tiene por qué tener relación con nada ilícito. En este sentido, y siempre que la web cumpla los estándares de seguridad SSL, no debes preocuparte.
Otra cuestión es la de las páginas o contenidos que han sido específicamente ocultados. Aquí ya hablamos de la Dark Web, el lugar donde moran los ciberdelincuentes. En este caso, deberías evitar entrar si no tienes unos conocimientos informáticos avanzados.
Hay una serie de precauciones básicas que aquí hay que redoblar, como no dar información personal ni tampoco abrir archivos descargados no revisados. Dicho esto, la amenaza del malware y que puedas ser víctima de algún ataque de estas características.
Apliquemos el sentido común: quien no tiene nada que ocultar, no está en la Dark Web. El phishing se da con mucha más frecuencia en este ámbito de navegación, así como otras estafas. Si quieres comprar legalmente en internet, hazlo mejor en la Surface Web.
Este es otro de los riesgos, no lo suficientemente valorado. Los riesgos de perder el anonimato por no navegar correctamente son mucho más altos. Y los datos personales en la Dark Web se compran y se venden.
Los usos legales y legítimos de la Deep Web son muchos, no todo es delincuencia. Estos son los principales:
para investigaciones empresariales, académicas o legales. Esto tiene más peso, si cabe, en países autoritarios donde existe la legitimidad. Dento de la Ciencia de Datos, es una opción.
Numerosas plataformas en la nube para almacenar o intercambiar archivos necesitan claves especiales.
Hoy, para enviar mensajes de forma privada o en foros, también existen áreas privadas.
Entrar en la Deep Web es sencillo, pero conviene que sepas lo que es y sus implicaciones. En consecuencia, disponer de información hará que tu navegación por la red sea consciente y minimices los riesgos.