Contaminación ambiental: qué es, tipos y consecuencias
Por eso, es esencial entender qué es, cuáles son sus causas, si existen distintos tipos de contaminación ambiental y las consecuencias que deja en nuestras vidas y en el planeta. Es un asunto central que nos debe ocupar en el presente, sobre todo, para tomar medidas y construir un futuro verdaderamente sostenible.
¿Qué es contaminación ambiental?
La contaminación ambiental hace referencia a la presencia de sustancias nocivas en el medio ambiente y que tienen efectos perjudiciales sobre la flora, la fauna y todos los seres vivos, incluidas las personas. Estas sustancias, a su vez, son de distinta naturaleza. Pueden ser agentes físicos, químicos o biológicos, básicamente.
La acción humana está detrás de la contaminación ambiental, igual que los humanos somos los causantes de otras injerencias que destruyen la Tierra, como la deforestación o la explotación desmedida de los recursos naturales. Todas estas realidades confluyen en una misma consecuencia, el deterioro medioambiental, pero son distintas. Para tomar acciones que mejoren la sostenibilidad ambiental, es importante diferenciarlas y así poder contrarrestarlas con más eficiencia.
En esta misma línea, es fácil ver cómo se usan de manera indistinta los términos impacto ambiental y contaminación ambiental. Y, una vez más, aluden a hechos distintos. El impacto es la consecuencia de una acción concreta y no siempre tiene un efecto negativo. Por su parte, la contaminación ambiental habla de las repercusiones siempre dañinas de determinadas sustancias.
Tipos de contaminación ambiental
Dependiendo del entorno que se vea dañado por esas sustancias tóxicas, podemos diferenciar entre varios tipos de contaminación ambiental. Cada una de ellas tiene unas características específicas y, sobre todo, unas consecuencias determinadas, que conviene conocer:
La contaminación atmosférica
Probablemente, cuando pensamos en contaminación ambiental, lo primero que se nos viene a la cabeza es la polución y el aire insalubre que nos rodea, especialmente, si vivimos en grandes ciudades. Efectivamente, la contaminación atmosférica es la que se refiere a la calidad del aire. Además del famoso monóxido de carbono, hay otras sustancias igual de tóxicas: los clorofluorocarbonos, el dióxido de azufre o los óxidos de nitrógeno.
Contaminación ambiental del suelo
En esta ocasión, los agentes contaminantes se asientan en el terreno, causando daños a la agricultura, la flora y la fauna de la zona afectada. Las afectaciones son distintas dependiendo de la intensidad de esa contaminación ambiental, desde una merma en la productividad y calidad de los cultivos agrícolas, hasta la desertización, cuando la erosión es tan aguda que impide la vida vegetal.
Contaminación hídrica
Hemos hablado de aire y suelo contaminados y nos faltaba el tercer elemento esencial para la vida en el planeta, el agua. Sin duda, la contaminación que sufren los mares, los ríos, las aguas subterráneas o las lagunas es una de las más preocupantes. Y es que, nos afecta directamente a los humanos y no hay que esperar al futuro para contrastar sus consecuencias. En tiempos de sequía, aún es más preocupante comprobar el estado de contaminación que sufren nuestros escasos recursos hídricos.
Contaminación acústica
Los ruidos constantes y excesivos también son considerados como una forma de contaminación ambiental, aunque pueda sorprenderte. No solo afectan a las personas que viven en un entorno muy ruidoso, es que los ecosistemas ven alterado su equilibrio por la aparición de sonidos que son excesivos en frecuencia, intensidad, ritmo y proporción. Un caso muy significativo de la contaminación acústica son los cambios en las migraciones de las aves o la desorientación de ciertas especies marinas, como delfines o ballenas.
Contaminación lumínica
Aún más desconocida que la acústica es la contaminación lumínica. Se produce por el exceso de luz artificial y tiene más efectos contraproducentes de lo que imaginas. Esa imagen a vista de satélite del planeta plagado de miles de puntos luminosos es la representación más palpable de la contaminación lumínica.
Es verdad que los humanos no vemos en peligro nuestra supervivencia por este asunto, aunque sí nos provoca enfermedades visuales o alteraciones en el ciclo del sueño. Pero, además, en los ecosistemas nocturnos se deja una huella más preocupante, como alteraciones de ciclos biológicos de animales e insectos o problemas de orientación.
Causas de la contaminación ambiental
Es difícil concretar las causas de la contaminación ambiental porque, como hemos visto, se produce en espacios muy distintos. Sin embargo, se pueden trazar unas líneas generales. Todas ellas, con un componente común, la acción directa o indirecta del hombre. Además, originadas por dos factores esenciales, el aumento de la población humana, concentrada en unas zonas y despoblando otras. Y el indiscriminado avance del desarrollo industrial.
Esta conjunción de elementos, da lugar a tres tipos de agentes contaminantes
Físicos: directamente derivados de acciones humanas. Entre los más dañinos destaca la radiación, las energías electromagnéticas, el calor o el ruido.
Químicos: se originan en la industria química y son altamente tóxicos. Aquí enmarcamos los plásticos, los ácidos, disolventes, abonos, pesticidas y fertilizantes.
Biológicos: producto de la descomposición de desechos orgánicos. Piensa en el serrín de la industria maderera, los excrementos de las explotaciones ganaderas o el papel.
Consecuencias de la contaminación ambiental
Más allá de su origen, lo más preocupante son las secuelas y consecuencias que deja la contaminación ambiental. Una afectación que abarca distintas dimensiones, sobre todo, la salud de las personas y el deterioro del medio natural. Pero, además, podemos poner el foco en consecuencias concretas:
El calentamiento del planeta.
Aparición y expansión de enfermedades, aumentando el riesgo de sufrir epidemias y pandemias.
Deterioro de la biodiversidad, con la extinción de especies y el desequilibrio ecológico que eso produce.
El problema de la contaminación ambiental es mucho más complejo de lo que parece. Para atajarlo hay que abordar conjuntamente todas sus variantes, lo que implica un conocimiento preciso y detallado de todos los agentes implicados. Nuestro Bachelor en Ciencias Ambientales te proporcionará esos conocimientos necesarios para intervenir y mejorar la realidad medioambiental.