A lo largo de este artículo, vamos a explicar cuáles son las claves del diseño editorial, qué conceptos es imprescindible conocer y cómo adquirir las aptitudes necesarias para desarrollar esta actividad profesional.
Entender el significado del concepto sobre el que hablamos es fundamental, y por ello, vamos a explicarte en qué consiste el diseño editorial. Se trata de una rama del diseño gráfico orientada a la composición gráfica exclusiva de productos editoriales.
Es decir, es el área que se encarga de diseñar, maquetar y construir visualmente las publicaciones editoriales. De hecho, algunos de los ejemplos de diseño editorial más destacados son las composiciones de los periódicos, revistas, libros, catálogos y cualquier otro elemento que se considere publicación editorial.
Por lo tanto, el diseño editorial se engloba dentro del diseño gráfico, si bien cuenta con algunas particularidades propias del tipo de formatos que se diseñan.
El diseño editorial es una de las áreas del diseño gráfico en las que más influye el aspecto emocional. La capacidad de infundir una sensación determinada en la persona que está viendo el diseño solamente con el montaje gráfico y visual es clave. Así, uno de los grandes objetivos que tienen las personas que se dedican al diseño editorial es plasmar, visualmente, aquello que quiere transmitir el texto en cuestión.
Para conseguirlo, el diseño editorial se compone de un conjunto de elementos que deben actuar como un engranaje perfecto entre sí para definir la arquitectura gráfica del producto visual considerando:
El formato hace referencia a las dimensiones físicas en las que se va a imprimir o a mostrar un diseño. Tanto si el objetivo final del mismo es la impresión física, como si su uso es digital, es fundamental conocer el formato de diseño con antelación. El espacio del que el diseñador o diseñadora dispone es clave para estructurar todos los elementos de forma adecuada en la composición.
En caso de que el diseño editorial tenga un fin de publicación digital, no solo hay que fijarse en el tamaño del espacio, sino también en el formato de publicación. Es decir, es importante saber si el diseño se debe presentar en formato vectorial, en formato animado o en algunos de los formatos más tradicionales de imágenes (JPG, PNG, etc.).
Este es el concepto más abstracto de todos, pero es uno de los más importantes en lo que respecta a la organización. La retícula es el sistema mediante el cual el diseñador o diseñadora editorial estructura todos los elementos que componen el diseño para otorgarles armonía, jerarquía visual y ritmo, personalidad compositiva y coherencia visual. Es la división imaginaria que debe ser capaz de visualizar la persona que realice el diseño editorial para distribuir todos los componentes del diseño.
La mayoría de programas informáticos que se utilizan en el diseño editorial profesional ofrecen la posibilidad de visualizar esta guía mientras se está desarrollando el diseño, y eliminarla una vez está completo, lo cual facilita mucho el trabajo de los diseñadores y las diseñadoras.
Uno de los elementos que más influye en el aspecto sensorial de un diseño es el color, cuyocomponente psicológico es muy importante. En el diseño editorial, debe existir una armonía cromática; es decir, las sensaciones que transmite el color predominante en el diseño deben corresponderse con el mensaje global, y también con el sentimiento que se quiera generar en quien lo ve.
Si, por ejemplo, el objetivo del contenido editorial es transmitir serenidad y tranquilidad, es probable que los colores predominantes sean el verde y el azul. Asimismo, debe existir una concordancia estética entre todos los colores que se utilicen en un diseño, evitando agrupamientos cromáticos que no mantengan una buena estética.
El mundo de la tipografía es infinito y actualmente contamos con una inmensidad de familias y variaciones tipográficas, y la selección de la tipografía para el diseño, es una clave fundamental para ofrecer un producto visual, legible, comprensible y de fácil entendimiento a poco esfuerzo en la lectura.
Esto es posible gracias a comprender la composición tipográfica más adecuada para el diseño que se desarrolle, a partir de conocer las tipografías para textos, las cualidades del párrafo, las normas básicas de uso tipográfico, y la ortotipografía.
Por otro lado, es importante tener en cuenta cuál es el tipo de público al que se dirige el diseño. En caso de que el público objetivo sean personas de edad adulta y un perfil más clásico, la tipografía a utilizar cambiará. Será, probablemente, distinta a la que se utilizaría en un diseño dirigido a un público adolescente.
Además, es fundamental respetar las directrices estéticas y la línea de marca corporativa de la empresa que encargue el diseño, utilizando una tipografía que se asocie rápidamente con la marca.
Por último, es importante anticipar el conjunto de elementos gráficos y visuales que completarán cada diseño. Es decir, los gráficos, infografías, fotografías, iconos, ilustraciones u otros recursos visuales que formarán parte del diseño.
Una vez analizados los elementos principales que intervienen en cualquier proceso de diseño editorial, no nos quedamos ahí. Es interesante destacar algunas de las cualidades más relevantes que debería reunir cualquier persona que se dedique a este ámbito:
Creatividad. Construir una composición gráfica que refleje un mensaje determinado requiere ciertas dosis de creatividad e innovación que permitan crear diseños únicos y originales.
Visión periférica. Los diseñadores y las diseñadoras editoriales con mayor capacidad de visualizar todos los componentes de forma global podrán ejecutar el trabajo con más rapidez. Recuerda que el objetivo principal es la cohesión de todos los elementos.
Empatía. Entender qué quiere transmitir cada cliente es fundamental para plasmarlo adecuadamente. Además, hay que hacerlo pensando, siempre, en lo que más se adecúe a las demandas del cliente, su estilo y sus cualidades.
Puntualidad. Cumplir con los plazos de entrega acordados con el cliente es otra de las características que define a un buen diseñador o a una buena diseñadora.
La digitalización ha transformado muchos de los procedimientos del diseño editorial, al igual que ha sucedido con la mayoría de sectores y áreas de negocio. La transmisión multicanal de los mensajes que utilizan las empresas actualmente ha eliminado la barrera entre el universo físico y digital.
El diseño editorial de una determinada revista o publicación ya no solo debe realizarse pensando en la impresión física. También, en la adaptación al formato digital de la misma, pero sobre todo, ha de ser un producto digital centrado en el usuario.
En este escenario en el que lo físico y lo digital conviven, es imprescindible contar con las aptitudes necesarias para cubrir las necesidades actuales en el diseño editorial. Esta es una de las prioridades que tenemos en la Universitat Carlemany, y por las que ofrecemos el Bachelor en Diseño. La metodología online hace que los alumnos y las alumnas adquieran todas las aptitudes imprescindibles que les ayuden a destacar en la industria creativa.
Por lo tanto, si estás pensando en desarrollarte como diseñador editorial, ¡tenemos las herramientas perfectas para ayudarte e impulsarte! Contacta con la Universitat Carlemany y empieza a cambiar tu vida.
Doctora en Geografía, Planificación Territorial y Gestión Ambiental. Máster en Diseño Urbano. Graduada en Arquitectura.
Es investigadora del centro CR- Polis desde el 2012. Profesora Colaboradora del Grado de Diseño de UNIBA. Investigadora y Docente de la Universidad de la Costa, CUC.
Asignaturas que imparte: